Cuando las suaves voces mueren,
su música aún vibra en la memoria;
cuando las dulces violetas enferman,
su fragancia se prolonga en los sentidos.
Las hojas del rosal, cuando la rosa muere,
se apilan para el lecho del amante;
y así en tus pensamientos, cuando te hayas ido,
el amor mismo dormirá.
Mi tristeza es muy grande por todos los fallecidos en los pueblos de Valencia y Málaga.