Parece una broma muy lúgubre y lamentable. Ahora al independentismo catalán se le ocurre señalar al Estado español como causa del fracaso escolar catalán. Junts y ERC relacionan ese fracaso con “Los ataques judiciales y políticos”.
Hay que ser muy barriobajeros y manipuladores profesionales para ser capaces de relacionar el fracaso escolar catalán con causas ajenas al mismo, escondiendo a sus culpables directos. El fracaso sí existe como lo describe el estadístico de la comprensión verbal en los Informes de la OCDE, PIRLS, que analizan la variable de la comprensión verbal en las aulas de 4º de Primaria de los centros escolares catalanes., en su elemento operacional de la comprensión lectora.
Para lo que no entiendan la magnitud del problema, les explico que la aptitud mental primaria llamada Comprensión Verbal, es la variable independiente necesaria para comprender no solamente mensajes escritos sino también orales.
La lengua es el instrumento en el que se apoya el factor razonamiento; es decir la capacidad de formular pensamientos hipotético—deductivos, lo que se expresa por los teóricos del aprendizaje en la fórmula de que el pensamiento se establece mediante las palabras y las cosas existen si tienen denominación. Sin ingredientes cognitivos es imposible relacionar entre sí elementos constructivos de representación mental, y, por tanto, de pensamiento.
Lo que es lo mismo que para manejar el pensamiento del niño o de los adultos se ha de manipular el significado de las palabras, y, por ende, si la escasez de significantes en la mente del niño reduce su capacidad de pensar, el aprendizaje se ve invariablemente perjudicado.
Este axioma demostrado por diversos teóricos del desarrollo del pensamiento en el niño es inapelable. Y por ello, en los sistemas de inmersión lingüística, los más perjudicados respecto a sus homólogos que tienen como lengua de aprendizaje aquella en la que piensan, lloran o sueñan son los que obligatoriamente, yo diría tiránicamente, son obligados a aprender en una lengua que no es la suya de origen.
Tanto es así que, como prueba de ello, que deja al descubierto su intención, el Departamento de Educación Vasco ha denegado la posibilidad de aplicar las pruebas de PIRLS correspondientes al 2021, como deberían haberse realizado por ser tiempo de hacerlo y conveniente para verificar los egresos educativos de los escolares vascos. Pero no ha sido así.
Quienes pretender obligar a todos los escolares vascos a aprender en la lengua que no es de la mayoría de los vascos, condenan a estos a un rotundo fracaso, pues dejan en la cola de los rendimientos en comprensión verbal a los niños vascos, pese a que la Comunidad Autónoma dispone de un presupuesto nada magro en relación al resto de las comunidades, incluida Cataluña.
En las pruebas de PIRLS del año 2016, es decir un lustro antes de lo que correspondería haber analizado sin haberse hecho, los datos reflejan que los escolares vascos se encontraban en los egresos más pobres de la OCDE y del resto de las comunidades autónomas.
Pese a ello, los nacionalistas y socios traidores a la causa del servicio a la sociedad vasca, persisten en el empeño e impiden que los niños aprendan en la lengua mayoritaria, que oh, sorpresa, corresponde, como no, a la lengua del conjunto de los españoles, es decir lo que llaman castellano y yo denomino español pues es la lengua de toda la Hispanidad.
A esta gentuza le importa un bledo que los niños vascos fracasen o no. Lo importante es el proyecto de segregación social, de estratificación por segmentos de población y relegamiento de los que no son vascuence hablantes de cuna.
Y escribo vascuence hablantes porque vaco hablantes son también los que tienen como lengua propia el castellano, pues no se es más vasco por hablar una u otra lengua sino por tener carta de ciudadanía y residir en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Dejen ya de manipular, secesionistas. No engañen, y respondan a su obligación de gobernar para el conjunto de los ciudadanos, sobre todo para aquellos que más necesitan el amparo de los poderes públicos, por derecho legítimo.
Ernesto Ladrón de Guevara (ÑTV España)