El otro día en gran parte del mundo se celebró una fiestuqui a la que denominan fiesta del orgullo divertido. (“Gay” en inglés significa literalmente divertido, aunque todos entendemos que quieren decir “mariconismo”).
Así que dicha celebración fue sobre el orgullo de ser maricón – o invertido -, que suena más fino.

Podríamos decir pervertido, aunque la palabra que mejor lo definiría, sería “contra natura”.

El orgullo de los contra natura.

Desde la comunista y paupérrima Cuba, hasta la ultracapitalista -y casi en guerra-  isla de Taiwán (1) (2), y otros feudos de la ideología analcoiris (3), se daban cita unos señores y unas señoras que se deben sentir muy orgullosos por ser superfluos y contranaturales.

Sí. Digo superfluos porque son inútiles para procrear, que es la función básica y primordial de la vida.

Función: Los seres vivos se distinguen de los seres inertes por un conjunto de características, siendo las más importantes la organización molecular, la reproducción, la evolución y el manejo no espontáneo de su energía interna.

Y ellos bailan contentos mientras se exhiben como iconos de un suicidio ritual de una autoinmolación tipo “sati” o “suttee”, y no de sátiro, sino del de las viudas indias – de la india – que se lanzaban a la pira por devoción a su esposo fallecido.

Y es que la función de la vida es la procreación y el que se niegue -por cualquier trauma psicológico o deformación genética- y no se ciña a la función natural, es , por definición, un contranatural (contra el objeto de la naturaleza).

Va y sale a la calle una gente muy rara, medio en pelotas o directamente desnudos, paseando una banderita de colorines mientras bailan en carrozas al son de los “tamtams” paranoicos de la diosa Innana (de la confusión y depravación).

Se pueden ver escenas de todo tipo y muy curiosas, pero sobre todo de índole sexual, y es que la fiestuqui es una especie de oda a la homosexualidad y cada vez más a otras variantes más depravadas como el sadomasoquismo y la pederastia que ya tiene su propia banderita preparada para lo que llega: Legalización de la pedofilia (4).

Y desde la ONU insisten en que esta es la religión global y la que se debe imponer en el mundo (5). Según los sarasas de la ONU, para que no exista discriminación ni violencia hay que celebrar – y promover – el meterse cosas por el ojete o dejarle a Manolete que te lo pete con su “tolete”*.

*Tolete – o toletón -, en cuba se refieren así al “garrote corto” que tenemos los machos.

Y es que la celebración es una buena manera de recompensar a los que deciden suicidarse a nivel genético. Los “alegres” bailarines y aficionados a dejarse petar el “derrière”, ya han puesto fin a su estirpe y a los anhelos por perdurar de sus ancestros.

Así mismo, las “bolleras”, cuya capital mundial está en Taipéi por cierto; y donde ya tenían una ministra tranny (travelo) en el 2016 llamada “Autrijus” , que suena totalmente ad hoc (6). La ideología analcoiris simplemente identifica esa extinción demográfica que tanto anhelan los eugenistas.

¿Y por qué Vd. no lo celebra?

Yo, porque soy normal.

Patxi Balagna  Ciganda (ÑTV España)

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Sociedad,

Última Actualización: 13/06/2024

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