“Todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido recibe un empuje hacia arriba igual al peso del fluido que desaloja”. Arquimedes
Francisco Javier López Álvarez se ha inventado hasta su nombre, y de su currículo académico solo se puede decir que “comenzó la carrera de ingeniería industrial” pero no se sabe si fue a clase un año, dos o ninguno.
Su perfil biográfico en Wikipedia es muy extenso pero con poca sustancia hasta que fue elegido lendakari con los votos del Partido Popular Vasco para que no gobernara el PNV, que había ganado aquellas elecciones.
Con esos mimbres unos años después llegó a ser Presidente del Congreso y, como el banderillero de Belmonte , degenerando, degenerando, ahora es portavoz de Pedro Sánchez que es donde está dando el nivel que se corresponde a sus luces, porque no se conoce en la historia del parlamentarismo español que un ex Presidente de la Cámara haya aceptado ser portavoz de su grupo después de cesar en su cargo como Tercera Autoridad de la Nación .
En su caso es razonable porque sigue sin saber lo que es el Principio de Arquímedes, que es una pregunta que le hizo un periodista amigo de la Cadena Ser, a la que respondió” ¿Depende de a cuál se refiera?
Aquí el único listo es Pedro Sánchez que se ha rodeado de indocumentados como el señor López, desnortados como Oscar Puente o serviles como el preparado Bolaños. Ese es el nivel, y también el los periodistas que van al Congreso y les hacen a los portavoces preguntas que muchas veces no tienen nada que ver con la actividad parlamentaria.
En ese momento ,tanto López como los portavoces de los grupos amigos, resuelven la disputa llamando fascistas a quienes les preguntan y se van a cualquier sitio menos a la ducha.
El Parlamento español es una de las primeras víctimas del gobierno de Sánchez y sus socios. Allí no se practica ni siquiera la neutralidad institucional de la Presidencia de la Cámara. Algunos ministros no se someten a ningún control ni responden a las preguntas de los diputados de la oposición, empezando por el propio Presidente del ejecutivo.
Entre macarras e indocumentados, fundamentalmente de los partidos que sostienen al gobierno, la Cámara tiene momentos valleinclanescos en su versión más esperpéntica, mientras la división de poderes está siendo bombardeada con el acoso contra la justicia independiente, con lo que España se está convirtiendo en una democracia cada vez más débil.
Solo la sociedad civil está dando muestras de defensa de la Constitución, incluido Felipe González, además de otros muchos socialistas, a los que los López y algún cenutrio del gobierno, llaman fascistas.
Diego Armario