1- En principio Sánchez lo tiene de muy fácil a de rechupete para reeditar el pacto Frankestein que lo mantenga en la Moncloa, ya que tiene su entente-hediondal bien engrasada desde la pasada legislatura, a base de tuberías y tuberías de pasta pública para sus societes indepes. De manera que ahora solo tiene que convencer al susceptible y pusilánime Carlos Puigdemont para que Junts le apoye.
2- Por su parte el «adalid refulgente» que alumbra y guía los destinos de la curia de zombilacis descerebrados, en este momento sólo tiene una preocupación, una inquietud en su vida: ¿la independencia de los Països catalans? ¡Qué va! Al gallináceo implume de Waterloo lo que le angustia, lo que le pone nerviosico, lo que le quita el sueño es tener que pasar por el trullo.
3- De manera que, con que Sánchez le prometiera, cosa que de seguro ya ha hecho Bolaños, que se las ingeniarán para manejar la Fiscalía y al Tribunal Constitucional (en sus manos) para que él y su amiguito Comín no tengan que entrar en el trullo, sería más que suficiente para que el melenas asustadizo, sintiéndose seguro y a salvo, por primera vez en los últimos 7 años le diera satisfecho y gustoso el apoyo de Junts a Sánchez para su investidura.
Conclusión:  amigos, a pesar de la apariencia fácil que lo tiene Sánchez para convencer a Puigdemont. ¡ Tragedia, desastre, drama, catástrofe! Según pasan los días cada vez parece más evidente que el «bravo» líder de los golpistas catalanes no se aviene a razones ni a promesas y menos a los cantos de sirena que le llegan desde Moncloa.
¿Por qué? Porque Puigdemont NO se fía un pelo de los compromisos y promesas de Sánchez, ya que el ínclito no ha parado de mentir, engañar, manipular y traicionar a todo el que, creyendo en sus promesas, ha cometido el grandísimo error de darle su apoyo.
En otras palabras, lo que pudiera hacer que Sánchez tuviera que convocar nuevas elecciones, quizás es precisamente su mejor atributo como político, su capacidad psicopática para mentir sin sonrojo, culpabilidad ni remordimiento; su total carencia de dignidad, vergüenza y principios y su desprecio miserable por quienes engañados le dieron su apoyo en las urnas.
¿Quién nos iba a decir que, al final, la gallina cagueta de Waterloo pudiera terminar haciéndole la COBRA al encantador de serpientes. Pero todavía, el que esto suceda, está por ver.
Hernán Pérez Ramos (ÑTV España)

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Última Actualización: 13/06/2024

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