Va a dejar una sociedad totalmente dividida y enfrentada, siguiendo la doctrina de Zapatero, endeudada hasta la médula, y completamente destruida como nación, como proyecto sugestivo de vida en común.
Ahora ya no hay españoles, salvo los que ya peinamos canas.
Los jóvenes, como consecuencia de una enseñanza localista y aldeana, se sienten canarios, gallegos, catalanes, vascos, aragoneses, etc., pero difícilmente españoles.
Son los efectos de la desaparición del servicio militar, por ejemplo, que te hacía tener una idea de España, ver que todos navegábamos en el mismo barco, y que era más lo que nos unía que lo que nos separaba.
El gobierno actual ha sido incapaz de solucionar problema alguno, pero hay que reconocer su gran mérito para crear problemas donde antes no los había, y dividir y enfrentar a la sociedad.
No se han afrontado los verdaderos problemas de España, el separatismo, la imposibilidad de estudiar –¡en español! en España, el incremento de la inseguridad ciudadana y la delincuencia, con la llegada de millones de personas sin trabajo, dinero ni formas lícitas de vida, a los que se da cobijo y amparo, con nuestro escuálido estado de bienestar.
En detrimento de las ayudas a los españoles de origen, que todo hay que decirlo…
Teniendo en cuenta que el mundo que conocemos supera los 8.000 millones de personas, y España es un país mediano, tirando a pequeño, con 47,5 millones de habitantes, ¿a cuántos podemos socorrer…?
Y, es más, ¿alguien nos ha preguntado si queremos hacerlo…?
No funciona la Justicia, la enseñanza es un desastre, se reducen las horas trabajadas en España, la sequía amenaza a nuestras tierras, no se ha construido un solo piso de protección oficial, ¡en cinco años, repito!, pero eso sí, ahora se nos promete hacer de nuestra Patria el paraíso en la tierra.
Por los mismos que llevan cinco años sin hacer nada, salvo aprobar unas leyes ideológicas, que atentan contra el derecho penal y la biología: ley del solo sí es sí, ley trans, etc.
Se ha tergiversado nuestra historia, reducidas a cenizas las raíces cristianas de nuestra sociedad, con el acompañamiento coreográfico de la práctica totalidad de los Obispos, en el papel de tontos útiles, y destruida nuestra cultura y tradiciones, mientras se vanagloria todo lo que viene de fuera, como si fuera mejor que lo nuestro…
El gobierno ha sido capaz de asociarse con los terroristas de ETA, y lo estamos viendo con total claridad estos días, al tiempo que ha reformado en Código Penal en beneficio de los delincuentes separatistas catalanes, y de sus propios delitos de malversación.
En otras palabras, y ante este siniestro panorama, ¿ustedes creen que los españoles tenemos motivos para vivir tranquilos…?
Ramiro Grau Morancho (ÑTV España)