Cuando una parte del electorado se cabrea y cambia el sentido de su voto, la democracia se oxigena y en esos momentos se abre un resquicio a la esperanza.

Esta vez ha sucedido en Cataluña, un lugar de España que parecía perdido por la debilidad del gobierno nacional, entretenido en vender derechos de la mayoría de los ciudadanos a cambio de que el político más indecente que hemos conocido en las últimas décadas, siguiera en el poder.

Aún no sabemos cómo va a terminar esta fiesta de la democracia en la que el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa,  ha obtenido un excelente resultado y el resto de los partidos constitucionalistas han subido en votos impidiendo que Puigdemont culmine su proyecto bajo la protección de Pedro Sánchez.

Las alegrías de hoy pueden ser llantos de tristeza mañana si juega bien sus cartas el chantajista de Waterloo, porque a Pedro Sánchez le importa un carajo Salvador Illa, el PSC, Cataluña y la propia España.

Sus prioridades están en sus intereses personales, familiares y privados. Su estabilidad en el gobierno le garantiza su proyecto personal, y en este momento es posible que ya esté haciendo cuentas para que Puigdemont no le estropee su plan, porque Pedro Sánchez, sin él no es nadie.

Desde ayer por la noche no dejo de escuchar análisis y cálculos estratégicos en boca de los sabelotodo, que pueden equivocarse en sus cálculos de posibles alianzas que dejarían fuera del gobierno de la Generalitat al prófugo del flequillo.

Sánchez necesita a delincuente condenados y chantajistas consentidos para seguir gobernando, y los gritos de alegría de hace unas horas pueden convertirse en llantos y rechinar de dientes.

¿Alguien cree que después de haber conseguido humillar al estado de derecho obligando a hacer leyes posiblemente inconstitucionales, como condición para  darle una cierta estabilidad al gobierno de  España,  Pedro Sánchez va a permitir que gobierne Illa si eso significa que caería él?

La fiesta de anoche está ensombrecida por la amenaza que le seguirá haciendo el hombre que le tiene cogido la medida y sus partes innobles.

Diego Armario

Categorizado en:

Política,

Última Actualización: 13/06/2024

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