Si tú me miras,
yo me vuelvo hermosa
como la hierba,
a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas,
cuando baje al río.
Es noche y baja
a la hierba el rocío,
mírame largo
y habla con ternura…
¡Que ya mañana
al descender al río
la que besaste
llevará hermosura!.
Feliz descanso y mucho ánimo.