El pasado 28 de julio, amparados en el ruido postelectoral y el calor veraniego, la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA), la Asociación Española de Radio Comercial (AERC) y la Asociación de Medios de Información (AMI) lanzaron una campaña conjunta “para reivindicar el papel clave del periodismo frente a los bulos y falsedades”.
Una curiosa iniciativa para la concienciación ciudadana, emitida por televisión, financiada con los famosos fondos Next Generation de la Unión Europea, impulsada por el Gobierno de España en funciones y enmarcada en el “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia” que canaliza los citados fondos.
Bajo el elocuente y preventivo título “No me líes”, estos mensajes televisados se presentan con el formato y tono de los anuncios institucionales, en el tono admonitorio del tipo “si bebes no conduzcas”; aunque, al contrario que la Dirección General de Tráfico, no pretenden salvar vidas sino evitar que nos informemos a través de canales “inadecuados”; esto es, libremente. Ni hablar de elegir nuestras fuentes, leer o pensar por nosotros mismos, e intolerable que tratemos de eludir o evitar los medios oficiales.
“No me líes” reza la consigna hablando por nosotros. Conminatoria, elocuente. Confía sólo en los medios financiados y controlados por el Estado y en los periodistas con carnet, uniformados, dóciles y dependientes.
¿Se acuerdan de las “verificadoras de noticias”? Newtral, Maldita.es y EFE… todas al servicio del Gobierno. Eso sí, certificadas por la ¡Red Internacional de Verificación de Datos (International Faxt-Checking Network)! Toda una garantía, claro que sí.
¿Y recuerdan aquel “Procedimiento de actuación contra la desinformación” impulsado por la ínclita Carmen Calvo, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez? Pues a qué sorprenderse; esta nueva campaña “contra los bulos” es más de lo mismo; otra muestra más del afán totalitario por controlar la opinión pública y gobernar las conciencias; de entrometerse en nuestras vidas y decirnos lo que tenemos que hacer, decir, escuchar, leer y pensar.
Nos recuerda el diario “independiente” de la mañana que “las tres grandes asociaciones de prensa, radio y televisión, que agrupan a los principales grupos de comunicación del país, hacen un llamamiento a confiar en los periodistas para informarse”. Subrayando y exhibiendo sin pudor el objetivo señalado: bebe en las fuentes “serias”, que son las que nosotros, los puros, te decimos.
Para reforzar la “necesidad” de la campaña, un argumento inapelable: “El barómetro sobre la Desinformación indica que el 80,9% de la ciudadanía coincide en que la televisión, la radio y la prensa son la mejor garantía frente a la proliferación de la desinformación”.
¡Olé! ¡El “barómetro sobre la desinformación”! De forma que los medios del sistema confirman, en nombre del pueblo, que ellos son el único antídoto contra los bulos. Tal como suena.
Si todavía no han podido ver alguno de los anuncios de esta campaña, quédense con la frase de cierre: “confía en profesionales. Para informarte, confía en periodistas”.
Por suerte, el pasado 6 de julio el nuevo partido gubernamental Sumar, dirigido por la reputada, sabia e íntegra ministra Yoli Díaz, aportaba una nueva propuesta en pro de la libertad de información: “expulsión de la carrera periodística a quien manipule y desinforme».
Menos mal que la tenemos a ella velando para que no nos descarriemos.
Filípides (ÑTV España)