Caso Rubiales. Hipocresía. Cobardía. Conformidad social y tiránicas autoridades. Experimentos de Asch y Milgram, como otras psypos tal plandemia, mixturados. La tiranía de las almejas de las orcos femibolches. Un puto Sálvame de Luxe de feas, gordas y resentidas de morados sobados. Los hombres, desde togados a futbolistas, asumiendo su papel de ciudadanos de segunda, de tercera tal vez.
La igualdad ante la ley y la presunción de inocencia, trituradísimas. Y sabiendo perfectamente la inocencia de tantos condenados ( la manada pamplonesa, jugadores de la Arandina, Dani Alves y el caso más sangrante, David Bros). Hombres: planchabragas, lametampones, calzonazos. Cuánta grima, Morata. Luis de la Fuente, top. Mierdecillas.
Jennifer Hermoso es una choni falsa y miserable. De campeona de un mundial que no interesó jamás a casi nadie a femihiena embustera. El piquito de efectos retardados, pues, yo soy La Jenny. Porque recordemos cuantas veces sea menester que este zurullo dizque humano no ha sido agredida sexualmente. No es ninguna víctima. Se carga por este tema el honor de un inocente ( por otros asuntos Rubiales, inquietante). Por las mujeres que sí han sido víctimas de agresiones sexuales y salvajes agresiones, la poligonera carabanchelera tendría que arrastrarse y pedir perdón. No lo hará. Falsa denuncia. Injurias. Calumnias.
Y piénsalo, convecina de Carabanchel. Todo este criminal circo me recuerda a Juana Rivas. A las dos os presionaron para que denunciarais sin apenas base jurídica. Pero, Jenni, recuerda que a Juana la dejaron tirada las femiorcos en cuanto se complicó el tema, y acabó en el maco por denuncia falsa. Que sería el destino que tú te mereces. En fin.
Luys Coleto (ÑTV España)